Cuando vine a vivir a Madrid hace ya casi 4 años, me sorprendió que no hubiera muchas piñatas. Una tradición tan arraigada en mi país, las piñatas de cumpleaños, aquí apenas se veían y las que encontrábamos en algunas tiendas no tenían ningún encanto. Vamos que enseguida me di cuenta de que había un hueco que llenar.

Las piñatas representan la ilusión y el juego. Los niños viven la ilusión de ver cómo caen los dulces y regalitos. Se dejan llevar por la emoción de recogerlos, compartirlos, guardarlos.

Por eso empecé a ofrecer piñatas para cumpleaños en Madrid. Fue una idea fugaz, pero ahora se ha convertido en una de mis mayores ocupaciones. La primera piñata de cumpleaños que hice fue la de Mario Bross. Me la encargaron para el hijo de un futbolista del Real Madrid.

Pero no fue esa la razón por la que me esforcé tanto. En cada piñata pongo todo mi alma, mi imaginación y mi arte. Espero que os gusten..